¿Juegos de temperatura? y cómo gozarlos en pareja
¿Juegos de temperatura? y cómo gozarlos en pareja
Añadir sensaciones de frío y/o calor al juego previo y durante las relaciones ayuda mucho a mejorar la conexión emocional con tu pareja.
¿Juegos sexuales de temperatura? Comencemos diciendo que, en un mundo ideal, el sexo está lleno de sensaciones. ¡El subidón visceral del placer! ¡La punzada de la conexión emocional o el deseo profundo! Pero, por supuesto, la realidad no siempre es tan cinematográfica. La familiaridad de una relación duradera o incluso la logística del tiempo y la energía hacen que el sexo empiece a resultar un poco... tibio. En ese caso, ¿te sugerimos que juegues con la temperatura?
Incorporar las sensaciones físicas del frío y el calor a un acto sexual te ayudará a volver a sentir algo, y no solo en términos de grados. El tacto gélido de un cubito de hielo o el calor de la cera derretida, por ejemplo, sobrecargan tus sentidos y te permiten “sintonizar” mejor con lo que le ocurre a tu cuerpo, explica a SELF Lexx Brown-James, directora del Programa de Certificación en Salud Sexual de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Michigan. Y esa mayor conciencia incrementa la excitación física y el placer.
Jugar con la temperatura enciende tu vida sexual física y emocionalmente
Entre las formas de hacer el sexo más interesante, científicamente hablando, poner algo caliente o frío sobre la piel despierta muchas terminaciones nerviosas sensibles a la temperatura. Hacer esto durante el sexo estimula tu cuerpo de nuevas formas, lo que amplifica las sensaciones, comenta a SELF la doctora Jennifer Gunsaullus, socióloga de San Diego y autora de From Madness to Mindfulness: Reinventing Sex for Women. Por no mencionar que el calor y el frío tienen el poder de provocar otras sensaciones sensuales.
“Cuando hablamos de juegos con calor, se trata de un principio similar al de darse un baño caliente, por lo que resulta muy relajante”, menciona a SELF Gigi Engle, psicoterapeuta sexual y de relaciones, registrada en el College of Sexual and Relationship Therapists (COSRT), con sede en Reino Unido, y experta en intimidad de la app de citas 3Fun. El frío, en cambio, provoca escalofríos y genera una sensación de sorpresa o exaltación, observa.
Emplear temperaturas más altas o más bajas –¡con precaución!– también puede situarte en el territorio de la sensación positiva de quemazón. “Hay un umbral en el que, si algo duele un poco, también se liberan endorfinas placenteras”, indica la doctora Gunsaullus. Jugar con ese límite o ponerlo un poco a prueba es divertido y se siente bien. Pero, por supuesto, debes tener cuidado y detenerte antes de que te duela –más adelante hablaremos de la seguridad–.
Más allá de lo físico, los juegos sexuales de temperatura ofrecen una dosis de novedad, que ayuda a revivir o avivar la energía sexual entre tú y tu pareja, opina Engle, sobre todo si la relación ha empezado a parecer un poco aburrida en el dormitorio. “Es una forma accesible de cambiar de aires y probar algo nuevo que no requiere comprar muchos aparatos caros”, añade.
Engle también lo ve como un posible primer paso hacia el sexo salvaje o el juego sadomasoquista o BDSM: “Una vez que pruebes los juegos sexuales de temperatura y te des cuenta de que te gusta experimentar esas sensaciones diferentes, quizá pienses: ‘Tal vez unas nalgadas estén bien’ o ‘Arañar se sienta bien’, o explores qué otras actividades te interesan”, señala. Y como ocurre con cualquier aspecto del ámbito sexual kinky, implicar la temperatura también genera intimidad, según la doctora Brown-James, “porque estás confiando en otra persona para que use algo contigo y experimente con tu excitación”.
¿Cómo explorar los juegos sexuales de temperatura en la cama?
A veces resulta incómodo sugerir una nueva actividad sexual a la pareja, sobre todo si es algo kinky. Pero las expertas coinciden en que recurrir a una fuente externa de información –¡como este artículo!– es una buena forma de empezar. La doctora Gansaullus recomienda decir algo como: “Oye, leí este artículo sobre los juegos sexuales de temperatura, y suenan geniales por X o Y razón. ¿Te gustaría probarlos?”. De este modo, no hay ninguna insinuación de que estés descontento con lo que haces actualmente en materia de sexo, subraya. Solo estás proponiendo algo más para añadir a tu repertorio.
Una vez que confirmes que tu pareja está de acuerdo con la idea, es conveniente hablar sobre los tipos específicos de juegos sexuales con calor o frío que les gustaría probar, que es en lo que ahondaremos. Una nota rápida sobre la seguridad en general: Siempre es aconsejable que pruebes primero la temperatura de cualquier objeto que vayas a usar durante el sexo en la parte interior de la muñeca, recomienda la doctora Brown-James. Se trata de una piel sensible, así que te dará una buena idea de si es seguro seguir con ello o no.
Ideas de juegos sexuales con calor o frio
Toma aire. La forma más sencilla de invocar un poco de acción térmica no requiere ninguna herramienta. Basta con abrir bien la boca y exhalar sobre la piel de tu pareja para producir un chorro de calor. La doctora Brown-James sugiere apuntar a zonas erógenas sensibles como el cuello, la cara interna del muslo o, sí, los genitales.
Relájense con aceite caliente. En los masajes se suele emplear aceite caliente, porque calma la piel y relaja los músculos que están debajo, y no hay razón para que no consigas reproducir ese efecto en casa de un modo sensual, comenta la doctora Gunsaullus. Solo tienes que poner previamente la botella de aceite en un recipiente con agua caliente para elevar su temperatura –sin que esté demasiado caliente–. También puedes echarte primero un poco de aceite en las manos y frotártelas para que se caliente antes de untárselo a tu pareja. Es una buena idea evitar cualquier uso interno para evitar el riesgo de infección, pero todas las superficies externas son aptas. Consejo profesional: invierte en una manta sexual impermeable para evitar que las sábanas se engrasen. Para subir la intensidad, la doctora Brown-James sugiere incorporar piedras de masaje, que se calientan en agua o envolviéndolas en una toalla caliente.
Deja caer cera de vela de masaje. Pocos tipos de juegos sexuales de sensaciones son tan abiertamente sensuales como verter cera caliente sobre alguien: Es cálido, excitante y huele muy bien. Lo importante aquí es que utilices una vela explícitamente pensada para masajes, y no de otro tipo. Las velas de masaje solo se calientan unos grados por encima de la temperatura corporal, explica Engle, así que no hay riesgo de que se quemen al contacto.
Seduce con una tela vaporosa y caliente. ¿Conoces esa sensación de la ropa recién salida de la secadora? Una versión de eso sobre la piel desnuda es súper excitante. Engle sugiere calentar un pañuelo de seda –puedes meterlo en la secadora de ropa unos minutos, vaporizarlo o incluso secarlo con la secadora del pelo– y colocarlo a lo largo del cuerpo de tu pareja. Otra opción es usarla la tela como venda para los ojos, “Cuando te quitas uno de los sentidos, facilitas el acceso a los otros y los haces más intensos”.
Calienta o enfría un juguete sexual. Si ya tienes un juguete de acero inoxidable o de cristal –como un dildo o un plug anal–, también tienes un instrumento para jugar sexualmente con calor o frio; ambos materiales se pueden calentar o enfriar con seguridad y conservan bien su temperatura, comenta la doctora Gunsaullus. Solo tienes que meter el juguete en una olla con agua caliente o con hielo durante unos minutos o abre el grifo a una temperatura que desees y deja correr el agua sobre el objeto.
Calienta otro objeto. ¿No tienes juguetes sexuales? No hay problema. Cualquier pequeño objeto metálico de uso doméstico te sirve para un juego externo.
Aprovecha los clásicos cubitos de hielo. Es un cliché, seguro, pero por una razón: Súper frío resulta súper hot. Pasa un trocito de hielo directamente sobre el cuerpo de tu pareja –deja que se derrita un poco en tu mano primero, para que se deslice suavemente–. Pero no lo dejes demasiado tiempo en un mismo lugar, porque irritaría la piel, advierte. Los pezones son una región popular para jugar porque tienden a ser sensibles, explica Engle, así que la temperatura gélida provoca inmediatamente una sensación muy intensa. También puedes meterte un cubito de hielo en la boca y, mientras besas o lames partes de su cuerpo, exhalar una bocanada de aire frío, indica la doctora Gunsaullus.
Para darle un toque extravagante, la doctora Brown-James señala que incluso podrías alternar cualquiera de las ideas de juegos sexuales con calor y con frío anteriores; por ejemplo, acariciar el cuerpo de tu pareja con una cuchara caliente y otra fría, o jugar con aceite de masaje caliente y un juguete sexual frío. Piénsalo como la versión para adultos de la terapia de contraste.
El objetivo es “sentir curiosidad y divertirse con ello”, resalta Engle. Y, por supuesto, si algo no te parece muy sensato, comunícaselo a tu pareja, para que ambos hagan una pausa y cambien de rumbo. Como cualquier novedad que prueben, los juegos sexuales de temperatura quizá resulten un poco raros o embarazosos al principio, pero eso forma parte de la naturaleza del sexo-placer.
Ahora pon en practica lo que te recomendamos y cuentanos tu experiencia, ¿te fue divertida, Excitante? ¿Ayudo a mejorar tu relación con tu pareja?